Estamos de aniversario

Parece mentira que haya pasado tanto tiempo desde que esto empezó como parte de una terapia. La de cosas que han pasado en estos dos años, ¡dios mío!

De todo lo malo que ha pasado uf, por donde empezar. Lo peor, las pérdidas. Las definitivas e irremediables, las que sí podrían tener remedio pero son definitivas igualmente, las de algunos amigos que no lo eran tanto, amores que perdí pero que siempre lo serán. Las inseguridades, mis propias desapariciones, mis ansiedades y mis huidas a veces hacia adelante y las peores, las huidas hacia atrás. Indecisiones, incapacidades, vacíos,  horas y días llenos de confusiones y de hastíos.

Lo bueno es consecuencia de todo lo anterior. Aprendizaje. He aprendido tanto...tanto. De todo lo que he aprendido, humildad, sacar lo que llevo dentro, pedir ayuda, ser más cariñosa, demostrarlo y decirlo más.
Importantísimo haber podido aclarar que hacer con mi vida, dedicarme a ello y estar en el camino de que mis sueños se conviertan en proyectos y algunos de estos empiecen a tomar forma.
Cambiar de residencia a un lugar tan diferente al que me he criado, dejar atrás mi familia, amigos, hogar, trabajo, sin saber cuando volveré, es algo que me da fuerzas. La ilusión, las ganas, los sueños y todo lo demás lo llevo puesto.

Encontrarte con personas que me quieren, me cuidan, me arropan y están ahí cuando los necesito.

Gracias familia gallega, vosotros sois gran parte de mi felicidad.

Hay algo que tengo que agradecer antes que nada y es dar las gracias de todo corazón a todos los que me leen desde que empecé a escribir estas mini historias tan personales, a todos los que os habéis ido incorporando, a mis amigos incondicionales y a los anónimos que me leen desde todos los puntos del país y de algunos otros países.

Pero sobre todo agradecerle a quien corresponda el que me ayude a escribir y me permita expresar mis cosas de este modo, mínimamente aceptable.

Espero no aburriros porque cada día me gusta más escribir y cada vez me aporta más.

Dos años ya....