Según los hindúes, el Karma es una ley de acción y reacción: a cada acción cometida le corresponde una reacción igual y opuesta.
Esta creencia la tienen muchas religiones orientales, aunque cada religión tiene sus versiones y sus diferentes modos de explicar porque lo bueno y lo malo nos viene devuelto. Unos creen que es en esta vida y como la mayoría de estas religiones creen en la reencarnación, estas piensan que se devuelve en otras vidas. Esto entre otras diferencias.
Cuando una persona siembra desgracias, causando daño a los demás, de hecho eso mismo vendrá a recoger. Esta es la ley del karma.
La Ley del Karma es aquella ley que ajusta sabia e inteligentemente el efecto a su causa. Todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias.
Yo creo en el Karma y creo porque en lo que llevo de vida he visto como actúa en mí misma. Pienso que no soy mala persona, gracias a dios y a mis padres he tenido una vida en la que no me ha faltado de nada y he intentado hacer mi vida sin dañar a nadie. Pero no siempre lo he conseguido. Tengo en mi camino acciones que no me hacen sentir orgullosa precisamente, equivocaciones y hechos que sí han hecho daño a otras personas, de lo cual me arrepentiré toda la vida.
Creo que el Karma se lo ha cobrado con creces, quitándome a las personas que más he querido de un modo cruel y rápido. Estas pérdidas me han hecho sentir dolor, angustia, soledad, culpabilidad, desprecio hacia mí misma...
Ha habido un tiempo en el que no me quería nada, no me gustaba nada y todas esas emociones, sensaciones y sentimientos me han ayudado a ser mejor persona. Es una certeza, sé que soy mejor y seguiré trabajando por seguir en ese camino porque el Karma en mi caso trabaja rápido.
Y lo noto porque cada día me devuelve un poquito más representado en personas maravillosas que se acercan a mi vida, en como voy resolviendo mis expectativas y mis ilusiones, en sentir que la gente que siempre me ha querido me quiere todavía mejor, porque me ha dado a Diego (mi perro), pero sobre todo, porque mi interior está llenándose de calma, serenidad, tolerancia, buen humor, ganas de vivir con todas mis fuerzas...cosas que antes sentías pero que ahora las vivo a flor de piel.
El Karma de cada persona tiene que estar en equilibrio, por eso se reajusta con las cosas buenas o malas que nos vienen.
Yo desde que lo comprendí y acepté esto, intento vivir en equilibrio con mi Karma. Creo que está dando resultados y poco a poco los aspectos de mi vida se van recolocando y cada día, aunque no todos sean buenos, la vida hace que recupere cosas que perdí o que nunca tuve.
Cada día me recuerdo a mí misma que todos mis actos tiene efecto en mí o en los demás, así que por mi parte intento hacerlo lo mejor que puedo.
Aunque como decía la última frase de "Con faldas y a lo loco": Nadie es perfecto ;)
