domingo, 30 de septiembre de 2012

Cosas de la luna llena




Hay personas que no quiere mirar para atrás ni para coger impulso. Seguramente debe ser porque las vistas a sus espaldas no son agradables y prefieren mirar para delante o para los lados.

Yo tengo muchas cosas desagradables o que no me gusta volver a mirar en mi pasado, pero las cosas agradables las superan y os aseguro que de lo desagradable, de los errores, de los palos y las decepciones he aprendido tanto que hoy, soy lo que soy, en parte por todo lo que he aprendido de mi pasado. Y me gusta en la persona que me estoy convirtiendo.

No hay duda que de todas las personas que han pasado por mi vida, hay muchas que no han aportado nada, otras que aportaron decepciones y algunas que han aportado mucho e incluso todo. Estas últimas son las que permanecen, algunas activamente y otras en el recuerdo.

Ultimamente están volviendo a mi vida pasajes que me están trayendo personas de pasados lejanos y debo reconocer que a veces es agradable echar una mirada atrás y traer al presente esos pasajes y esas personas, que no las traes tú, aparecen sin más. Y me alegra que ocurra.

Para bien o para mal las personas somos lo que nos da la genética al nacer, la educación y los principios que nos inculcan y enseñan nuestros padres y la experiencia que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida. Sin olvidar que esta última es la que, dependiendo de los errores que cometemos y de los momentos en los que estemos, nos hace reconducir una y otra vez la dirección a lo largo del camino.

La vida no es un sendero en línea recta, hay muchas bifurcaciones y muchos desvíos que nos hacen tener que tomar decisiones y dejar caminos atrás al elegir por donde vamos a seguir. Aveces escogemos el correcto y a veces nos equivocamos, pero lo bueno de la vida es que siempre te ofrece nuevas bifurcaciones para salir de esos senderos equivocados y otras veces te hace dar vueltas para ofrecerte la oportunidad de volver a elegir algo que dejamos atrás.

Todo está escrito, pero nada es imborrable. Siempre podemos deshacer el camino y volver a empezar. Al menos eso es lo que pienso. A mí la vida me ha dado muchas oportunidades y las he dejado pasar o las he desperdiciado.
En este momento, creo que el Plan Renover que me ha ofrecido después de todo por lo que ha pasado, lo voy a aprovechar y mirando atrás voy a coger impulso para seguir hacia adelante intentando ser consecuente con todo lo que he hecho, hago y haré.

Lo que sí es una certeza es que en este punto de mi vida, me siento sobre todo libre, libre de ataduras, de prejuicios, de todo lo que me pueda atar emocional o sentimentalmente. Excepto de mi familia, por supuesto, una atadura de la que no me quiero librar porque la necesito para poder ser libre en todo lo demás.
Siento, pienso y digo lo que quiero, cuando quiero y a quien quiero. Y no sabéis lo ligera y ágil que me siento.

Cosas de la luna llena....







viernes, 21 de septiembre de 2012

El quinto sabor




Existen cinco tipos de sabores, dulce, salado, ácido, amargo y umami. Quizás el menos conocido o mejor dicho, difícil de reconocer es el último.
Esta es la definición más aproximada que he encontrado, puesto que la RAE no lo reconoce como palabra.
Umami es un sabor sutil pero de regusto prolongado y difícil de describir. Induce la salivación y una sensación aterciopelada en la lengua que estimula la garganta, el paladar y la parte posterior de la boca. 

Si escribo todo esto es para intentar describir el sabor que para mí tienen que tener los besos, y precisamente ese es el sabor que siempre imaginé que tendrían los tuyos.
Hoy he pensado en ti y me han entrado unas ganas insoportables de paladear y saborear algo que me sepa a umami....algo que me sepa a ti.

Luego me he dado un baño de espuma, me he untado todo el cuerpo de esa crema carísima que solo me pongo en ocasiones muy especiales y cuando me siento muy especial. 

....Y me he preparado una cena con sabor a ti: una copa de vino, queso parmesano, anchoas, espárragos, tomate, salsa de soja...despierto mi umami, te saboreo, sabroso...pero sin llegar a ser salado. 
Tienes la capacidad de llenarme la boca y el paladar solo pensándote, imaginándote...y reconozco el sabor...a umami...a ti.

Mientras suena Nora Jones...retengo el gusto y tu sabor perdura....






sábado, 15 de septiembre de 2012

"Eras mi última oportunidad al amor (You were my last chance to the love; Tu étais ma dernière opportunité à l'amour)"


Estos días he estado ayudando a un amigo a arreglar su vida sentimental, no he estado muy de acuerdo con algunas decisiones que ha tomado pero creo que lo he guiado bien y al final (de momento) ha tenido final feliz.

Esto me ha hecho pensar en que mi vida sentimental está más abandonada que mi frigorífico. Independientemente de algunos affaire (me encanta esa palabra) esporádicos y/o de corto plazo, no siento nada minimamente profundo o ilusionador como para hacer planes o dar pasos importantes.

Siento que no siento nada. Y no sé si volveré a sentir eso que llaman Amor y que he sentido tan intensa y profundamente, que el recuerdo de esos sentimientos hace que no me sienta capaz de amar de ese modo nunca más.

En algún sitio leí algo así:

"Eras mi última oportunidad al amor (You were my last chance to the love;

  Tu étais ma dernière opportunité à l'amour)"



y ahora tengo Miedo.

Echo de menos, sentir, no la vida en pareja, pero sí sentir, sentir que hay una persona por la que me desviviría, sentir que su felicidad me hace feliz, sentir que mi vida le importa tanto o más que la suya, sentir que me siente, sentir que lo siento, sentir que me conoce y le conozco como si fuésemos casi uno, sentir sus enojos, sus ilusiones, sus risas, sentir que él siente los míos. Sentir que me lee y sentir que el siente que le leo, sentir su amargura y su felicidad y sentir que siente las mías, sentir que no necesitamos explicarnos porque sabemos el final de las frases, pero también sentir la necesidad de sorprendernos con las cosas más insignificantes para otros, pero importantes y significativas para nosotros. Sentir que no me importa que invada mi espacio y sentir que a él no le importa que invada el suyo porque no es una invación es un espacio común donde cada uno se siente libre. Sentir la necesidad de que sea la primera persona en quien pensar cuando hay algo que contar y que yo su primera persona en quien piensa.

Echo de menos sentir....y creo que mi última y única oportunidad ya pasó y ahora tengo miedo de no volver a sentir.

Hacía tiempo que no pensaba en esta parte de mi vida, pero hoy me ha venido a la cabeza que una vez quise de ese modo.

Hoy me he permitido la libertad y el lujo de recordarte y hoy te he echado de menos.
Pero hoy ya puedo poner esta canción y escucharla....y sonrío.





miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿Y tú sabes quienes son tus AMIGOS?







Hace tiempo que vengo anunciando una serie de cambios en mi vida, el primero importante se ha producido en estos días y curiosamente, este no estaba previsto en este momento. Pero las cosas a veces las provocamos y a veces son como vienen.
En este caso ha venido para mejor, para mucho mejor. Un cambio con muchas ventajas, con muchas posibilidades y que ha hecho que el curso de otros cambios se diluyan o se aplacen, pero todo para bien.
En realidad este cambio es la posibilidad de empezar de cero una vez más. Aunque lo de empezar de cero es una frase hecha, todos llevamos equipaje por muy ligero que sea, pero en este tipo de cambios, siempre se hace limpieza y se deshace uno de lo que ya no le sirve o de lo que lleva guardando años y nunca ha utilizado (será porque no lo necesitas). Así que he vuelto a aligerar el peso, estoy cogiendo impulso y a caminar erguida, derecha y con las cosas claras, tan claras como que tengo asumido que todo lo que tengo planeado no se cumplirá porque habrá circunstancias y cruces en el camino que me irá haciendo cambiar de dirección....pero en eso consiste la vida, como el Viaje a Ítaca.

Hay una cosa que una vez más me ha sorprendido, aunque en el fondo sabía que iba a pasar. Esa cosa se llaman AMIGOS. Esos amigos de verdad, no los conocidos, ni los compañeros, ni los amigos de juergas. Estoy hablando de los AMIGOS de verdad, de los que no están a diario, de los que puedes pasar meses sin hablar con ellos, de los que están en tu vida desde siempre y aparecen cuando los necesitas casi sin tenerlos que llamar.
Tengo mucha suerte. Mis AMIGOS son pocos pero son los mejores y aunque a veces pienso que no los cuido y que no me los merezco, algo bueno tengo que hacer o tener para que siempre aparezcan y estén aunque no los llame.
Mi familia por desgracia es muy cortita y desde hace poco faltan los pilares más importantes, pero la que tengo es de lo mejor y estos AMIGOS son parte de mi familia.
Pobre de los que no tienen AMIGOS de esta clase.

Concluyendo.
Cambios importantes, comienzos aunque no desde cero, siempre con la compañía de esa parte de tu vida que irá siempre contigo. Y la experiencia de lo vivido, bueno, malo y regular. Hay personas y vivencias que me acompañarán siempre.

Estado actual.
Contenta, ilusionada, con ganas de que todo vaya según lo debido.

Eso sí, sigo siendo borde, antipática, me cabreo cuando tengo que hacerlo y cada día más snob. Pero cuando soy agradable y dulce soy lo más....y sigo creyendo en mi Príncipe Azul (creo que una vez lo vi)....sshhhhhh!!!!

Dedicada a los AMIGOS de verdad.




lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Te ves?


Mi talla 85 no va a ser lo primero en lo que te fijes. Tampoco en la melena que me corté a mediados de verano. Mi piel, menos morena que otros años, sé que no te espantará. Los pies los llevaré encima de unos altos tacones por seguridad existencial y saberme capaz de hablar contigo sin sentirme dudar. Mis manos pequeñas no las acariciarás, no me dejaré, las tuyas me gustan demasiado. Mis uñas cortadas, cuidadas y casi siempre sin pintar no te distraerán cuando gesticule al hablar. Mis ojos estarán ocultos bajo las Rayban, tampoco serán ellos. Mi perfume te gustará, el tuyo a mí me embriagó aunque no lo reconocería si no lo vuelvo a oler en tí.
Mi altura sin embargo, a ti, te sienta ideal. Pero debe ser algo más lo que te retenga en el bar frente a mí, lo que te ha hecho mensajearme y llamarme. Yo no encuentro la razón y me he perdido en las vueltas que he dado pensándote frecuentemente. Mi psicóloga no quiere que piense y me dice que me deje llevar. Yo le pregunto a dónde. Ella me responde que hasta el infinito y más allá
Ahora que se acaba el tiempo de relax, ahora que todo el mundo vuelve a la ciudad, ahora que ya no  nos sentimos tan libres, me gustaría que estuvieses allí, en el mismo bar y en la misma mesa.

Y tengo miedo, no sé qué me pasa, no sé que Samantha sacar hoy a pasear, no sé con cuál de ellas te podría enamorar.

....y sueño, y sonrío y río, como hacía mucho.