Río. Lloro. Me pongo un poco histérica. Me tranquilizo. Olvido todo lo que ha pasado. Recuerdo todo lo que ha pasado y vuelvo sobre ello una y otra vez. Me examino ante el espejo. Me gusto a mí misma ante el espejo. Pienso en romper el espejo. Me quito la ropa y bailo. Me quito la ropa y la tiro al suelo. Dejo todo desordenado para que otro lo ordene. Me doy cuenta de que soy yo quien siempre acaba ordenando. Canto genial. Canto fatal. Como todo lo que no debería comer. Flexiono mis músculos y me gustan. Dejo de flexionarlos y valoro mis cicatrices. Imagino como sería si fuera rubia. Imagino como sería si fuera pelirroja. Imagino como sería si fuera vieja. Me pongo maquillaje que no llevaría nunca en público. Miro mis pechos. Imagino mis pechos más grandes, más pequeños, más redondos, más arriba, más abajo, mejores, peores. Acepto mis pechos tal y como son. Me escondo. Replico a la gente y les gano. Invento fantasías en las yo que soy la estrella. Me estiro la cara y me imagino sin arrugas. Pienso en la cirugía plástica. Descarto la cirugía plástica por algo más barato. Me riño. Me perdono. Ensayo lo que diré mañana. Subo el volumen de la radio para no oír nada. Subo la presión del agua para no oír la radio. Me pierdo. Me imagino en una isla desierta con otras personas muy atractivas. Rezo. Busco mis imperfecciones. Acepto estas imperfecciones y busco otras. Hago muecas ante el espejo. Miro como soy flirteando, haciendo morros, enfadada, sorprendida, escandalizada, ilusionada, apasionada. Me contemplo desnuda. Me contemplo y por fin, me gusta lo que veo.
Yo siempre había creído que la estación del año con la que me identificaba más era la primavera, por su luz, su alegría, sus ganas de que llegue el verano, por las fiestas, etc. Siempre he pensado que era una persona alegre y que tenía la obligación de brillar siempre, en todos los lugares y en todo momento. Pero eso da sensación de superficialidad y ahora pienso que un poco sí que lo he sido siempre.
Acabo de descubrir en este lunes otoñal que mi personalidad tiene mucho más que ver con esta estación que ninguna otra.
Hoy no tenía que trabajar (he currado todo el finde) y me desperté oyendo llover como si no hubiese un mañana, me levanté para verlo y estaba todo tan oscuro, tan gris, caía tanta agua y el sonido era tan desolador...que me volví a acostar y decidí seguir dumiendo.
Cuando me volví a despertar había mucha luz, el sol brillaba y el sonido de la calle era el de la gente hablando y los guiris farfullando en su idioma correspondiente porque calle se iba a la catedral y me dieron ganas de hacer cosas. Salir a la calle con este calorcito que no te hace sudar pero que te permite ir ligera de ropa aún, dar un paseo, hacer fotos....
Como había decidido que este lunes iba a dominguear, me quedé un rato más en la cama, leyendo un poco, retozando y disfrutando de los rayos de sol que entraban por la ventana.
Lo cierto es que me ha hecho levantar el sonido de mi estomago amenazando con comerse mi pobre hígado si yo no lo remediaba.
Ducha, almuerzo y paseo....que gustazo. Visita obligada y vuelta a casa paseando hasta mi Starbucks preferido a tomarme un frapuccino de chocolate sin nata y pasear por las setas degustandolo camino de casa.
Así que estando meditando sobre lo que me deparará la vida, sobre todo en la parte que depende de mí, (otras, desgraciademente vendrán sin poder evitarlo e independientemente de mi voluntad y mis deseos) me he dado cuenta que en realidad yo soy como un día de otoño. Puedo empezar con el ánimo gris plomo y de repente apartar las nubes y brillar como el sol más esplendoroso o viceversa y quedarme tan pancha.
Y lo mejor (o lo peor) es que no tiene que haber ningún motivo para que se produzca el cambio....soy así y punto.
Já, siempre he querido decir esto. Pero ahora es verdad y lo digo con la certeza de que he madurado y que cada día me voy conociendo mejor. A lo mejor no ha sido la forma, ni los acontecimientos más idóneos para aprender, pero el caso es que lo he hecho y me siento cada día un poquito mejor conmigo misma. Y lo sé porque siento que las personas que están a mi alrededor se sienten bien conmigo y sobre todo porque están llegando a mi vida personas nuevas que me gustan y a quien les gusto. Eso es bueno.
De un modo u otro, con un estado u otro...siempre he sido yo, con todas las yo que hay dentro de mí. Unas mejores, otras peores, unas más protagonistas que otras según el tiempo y la edad....pero todas yo.
Como se nota que he descansado, menudo ladrillo he soltado hoy. Pero es lo que me ha salido.
No me hablas. No me miras. No me tocas. No te riño. No me cabreas. No estás. No me llamas. No me mensajeas. No tengo tus bromas. No viajamos. No bebemos vino. No me regalas flores. No cocinas en casa. No vamos de tiendas. No paseamos. No me sorprendes a las cuatro de la mañana llamándome. No me llevas a San Francisco. No me llevas a Bali. No te llevo a Sanlúcar. No sueñas conmigo porque te ahogas. No sueño contigo porque me agobia. No jugamos videojuegos porque ya no competimos. No me perdonas, no me perdono. No tengo excusas más que tú. No hay razones más que yo. Y encima (o debajo), nunca dejé de quererte, que es quererme.
Pero todo sigue, todos avanzamos, cada uno con lo nuestro....hoy es lunes, no me gustan los lunes.
Esta mañana salí de casa y hacía una temperatura perfecta, una luz perfecta, la muela me había dado parte de la noche, pero no sé si me estoy acostumbrando a dormir poco, que me desperté con energía (puede ser que he empezado a tomar un actimel al día, igual es verdad que funciona).
El lunes va transcurriendo por capítulos.
Cap. I
A medida que va transcurriendo la mañana, el lunes se va poniendo denso y el nivel de euforia empieza a bajar. Todo influido porque al salir del trabajo tengo cita con el dentista y no hay ningún otro gremio que me dé más miedo.
Subida del nivel de euforia al ver a mis compañeros del turno de tarde a los que hacía meses que no veía, todos son piropos (subida de autoestima) y planes de: "a ver si quedamos para tomar café", "tenemos que quedar para una cena todos juntos", "ahora que ya estás por aquí a ver si organizamos algo para después del curro"....al final nunca quedamos y además yo no soy muy de quedar después del trabajo porque lo que quiero es desconectar y cambiar el chip lo antes posible, pero no sé porqué siempre somos tan dados a hacer planes a la ligera sabiendo que no se van a cumplir.
(Hubo un tiempo que hacer planes era tan divertido, aún sabiendo que no se cumplirían nunca, nos lo pasábamos tan bien haciendo planes por muy absurdos que fuesen....pero esto es de otra historia).
Cap. II
Dentista. Ni siquiera tengo que esperar, me hacen pasar del tirón. Túmbate, que muela es, te vamos a hacer unas radiografías para ver hasta donde está dañada, (temblor ridículo e imposible de ocultar en las manos), tranquila mujer que esto no duele (jeje...no te dolerá a tí, pero yo no sé que es lo que vas a hacer con tanto instrumental tan cerca), nada, te vas a tomar antibióticos tres días y te doy cita para el jueves para hacerte una endodoncia, seguramente la muela de al lado también haya que tocarla y tendrás que usar una férula de descargas para dormir (mientras tanto manipula mis molares como si fuesen teclas de piano) ¿Te duele? (aaaayyyy, pues claro que me duele, ¿te meto un dedo en el ojo a ver que te parece?) Y después de trastear, radiografiar, escarbar, y toquetear la parte dolorida de mi pobre boquita....bueno, pues ya está, nos vemos el jueves y le metemos mano a esto...... (O_O).
Cap.III
Visita a mi padre. El: ¿Que tal en el dentista? Yo: Me tienen que hacer una endondoc.....él: la chica es ta nueva no se entera de nada, no sabe cocinar y cambia las cosas de sitio, además bla,bla, bla, bla, bla...(de repente me doy cuenta que son las 5:30 de la tarde y no he comido nada en todo el día, bueno el superactimel que no creo que dé para tanto) él: bla, bla, bla, bla, bla...yo: bueno, no te preocupes mañana me paso y hablaré con ella, te dejo que tengo que hacer un montón de cosas y además estoy un poco dolorida, él: vale, vale, que te mejores y no se te olvide venir a hablar con la chica que eso es cosas de mujeres. Yo: si, no te preocupes mañana sin falta, él: muack, yo:muack .
(dentro de una hora o menos me estará llamando porque se ha acordado de otra de las cosas que le debo decir a la chica mañana, ah y para recordarme que tengo que ir.
Cap.IV
Llego a casa y me doy cuenta que tengo que hacer compra porque no tengo de nada, ve al super y vuelve cargada como una mula, coloca las cosas en su sitio, separa, envuelve y congela, ordena bien para que te quepa las cosas....joder, se me ha pasado el hambre....no, en realidad no he tenido hambre en todo el día. Pues ya espero un poco y hago una cena temprana.
Cap.V
Se me acaba de ocurrir llenar la bañera, encender unas velas, una varita de incienso, que Ludovico ponga la música y cuando llevo un rato con la espuma casi en la boca....empiezo a sentirme ligera, pongo la mente a peliculear...cosas que pudieron pasar y no pasaron, cosas que me gustaría que hubiese pasado de otro modo....pero no en plan aich que pena...no, no..peliculeando por todo lo alto.
¿Y si me quedara aquí para siempre? ...¿Y si esta sensación de ligereza y livianez durara siempre?...¿Y si la vida fuese espuma, velas, incienso y Ludovico?...Y si.....
....de momento he salido de la bañera, mi padre me ha llamado tal como predije, alguna otra llamada con algún que otro encargo por otra parte, preparando la cena y narcotizada para olvidarme que tengo una muela que quiere dolerme a pesar de mí.
Por cierto, esta mañana me he llevado al trabajo estampas de futbol del álbum que mi sobrino está llenando, para cambiar las repes con compañeras que tienen hijos haciendo lo mismo. Es para vernos con un taco de estampas y una listita con los números de las que le faltan....jajajajaja.
Un lunes en el que en realidad no tenía nada que contar pero que al final he contado....relajada.....
Me parece que lo más valioso que puede tener una persona son sus recuerdos. Las cosas materiales van y vienen, y a la larga realmente tampoco son tan importantes. Los recuerdos te pueden traer una sonrisa a la cara cuando te recreas en ellos, sobre todo si son buenos. Te llevan de vuelta a sitios y momentos especiales, y te hacen acordar de que son esos instantes donde reside la verdadera felicidad. Una vez una persona que conocí me dijo que recordar era la mayor pérdida de tiempo que existía, porque mientras recuerdas te olvidas de vivir el presente. Aquello me hizo darle vueltas y vueltas a la cabeza durante mucho tiempo, porque algo de razón si que hay en esas palabras. Yo tiendo a distraerme recordando las cosas buenas, sobre todo si ya no pasan, y me da miedo estar perdiéndome algo mientras tanto. No es que yo también crea que es una perdida de tiempo, pero reconozco que a veces no es algo demasiado positivo. Hoy ha sido un día de recordar, de recordar mucho, y no ha sido en buen día. No se si es que al recordar me he dado cuenta de lo miserable que soy ahora y lo estúpida que fui por no darme cuenta de lo afortunada que era hace un tiempo. El día no empezó mal, pero algo vino a mi cabeza de repente y todo cambió. No se si empecé por pensar en mi presente y me refugié en el pasado o si fue al revés. El caso es que he recreado todo un día en mi mente, hora por hora, suspirando cuando pensaba que en ese instante era feliz. Creo que ha sido un error hacerlo, porque ahora estoy demasiado triste como para alegrarme por algo que ya pertenece al pasado. Pero por otro lado mientras lo hacía no era muy consciente de que eso pasaría. De todas maneras no me compensa demasiado. Sigo valorando esos recuerdos como lo más importante de mi vida, pero no me hace ningún bien refugiarme en ellos como vía de escape. Me he perdido todo el día de hoy, y eso no tiene vuelta atrás, ni me va a generar recuerdos en el futuro. Definitivamente no me compensa.
Hoy no pongo música....no tengo ganas.
P.D.
Esta entrada la escribí el pasado Jueves pero no sé porque problema técnico no salió, hoy la he encontrado en los borradores y aunque ya pasó el día que relato he decidido publicarla.
En realidad hoy estoy bien (si no fuese por este maldito dolor de muelas que me tiene agotada), hoy me he reincorporado al trabajo. No ha sido una reincorporación normal porque mis "vacaciones" no han sido las normales. Pero todo ha ido bien, me siento bien y con ganas de mirar para delante.
Como decía Pablo Milanés: El pasado no lo voy a negar, el futuro algún día llegará y del presente que me importa la gente si es que siempre van a hablar.
En el post del otro día no tenía ganas de música pero hoy si, así que ahí va.
Steve Jobs ha muerto esta noche. Yo no voy a hablaros de él porque hoy internet está lleno de datos sobre el hombre que creó Appel y todo lo que eso conlleva. Podeis encontrar montones de videos de conferencias, charlas y presentaciones magistrales con sólo poner su nombre en cualquier buscador.
Yo quiero dar las gracias a la persona que me descubrió a este señor y todo su mundo, porque forma parte de su propia vida y ahora también de la mía. Me transmitió su admiración y todo lo que supuso para él la inteligencia, la personalidad y la filosofia de vida que Steve le transmitió a él.
Steve es una de las más grandes personas que ha existido y pasará a la historia por su trabajo y su forma de ser y ver la vida, por no dejar de luchar nunca y porque cuando creía en algo iba a por ello con todas sus fuerzas hasta el final.
La persona que me lo descubrió es más grande aún porque a pesar de todo lo que ha tenido en contra y de todos los obstáculos que se ha ido encontrando en la vida, es, hoy por hoy, una de las mejores personas y más generosas que he conocido.
Es mi pequeño homenaje a dos hombres que admiro profundamente y que de una manera o de otra se han ido de mi vida. Los dos han dejado demasiadas cosas en mí y siempre estarán presente uno en mis cosas, otro en mi corazón.
Hoy pongo una canción de Ray Lamontagne...es lo que me pide el ánimo.
Hoy me siento Fairy, además de porque estoy a dieta y voy a eliminar toda la grasa que me sobra (suena asqueroso y tampoco es tanta), hoy es día de limpieza.
Limpieza de mails guardadados desde ni me acuerdo, limpieza en facebook que se ha llenado de demasiados compromisos que no necesito y que me da igual que vean que no los necesito (mi lista de privacidad llamada NADA es decir, la que no tiene acceso a casi nada de mi face, está cada vez más llena).
Limpieza en twitter, en Whasapps....fuera, fusss, fuss...todo lo que está ocupando espacio o molesta, a darle a la tecla de bloquear o borrar.
Borrar mensajes, nostálgicos, borrar mensajes con promesas que nunca se cumplieron, borrar mesajes de errores cometidos y que son imborrables de tu conciencia....borrar, borrar, limpiar, eliminar...me acabo de convertir en una obsesiva de la limpieza.
Sólo quiero a los que me den cosas buenas e interesantes y me aporten de verdad, con los que me relaciono y no son parte de un pasado que se va acumulando y te va petando las memorias y los espacios en las agendas.
De todos modos hay personas que no se pueden borrar, porque no hay tecla de Delete para la memoria de la cabeza, ni del corazón. Esas siempre estaran ahí.
Hay que hacer sitio para lo nuevo, para los que vayan llegando y si en un tiempo te ocupa sitio...a borrar.
Así que os dejo porque hoy me he remangado y voy a dejar esto fino.
