lunes, 24 de octubre de 2011

Autumn




Yo siempre había creído que la estación del año con la que me identificaba más era la primavera, por su luz, su alegría, sus ganas de que llegue el verano, por las fiestas, etc. Siempre he pensado que era una persona alegre y que tenía la obligación de brillar siempre, en todos los lugares y en todo momento. Pero eso da sensación de superficialidad y ahora pienso que un poco sí que lo he sido siempre.
Acabo de descubrir en este lunes otoñal que mi personalidad tiene mucho más que ver con esta estación que ninguna otra. 

Hoy no tenía que trabajar (he currado todo el finde) y me desperté oyendo llover como si no hubiese un mañana, me levanté para verlo y estaba todo tan oscuro, tan gris, caía tanta agua y el sonido era tan desolador...que me volví a acostar y decidí seguir dumiendo. 

Cuando me volví a despertar había mucha luz, el sol brillaba y el sonido de la calle era el de la gente hablando y los guiris farfullando en su idioma correspondiente porque calle se iba a la catedral y me dieron ganas de hacer cosas. Salir a la calle con este calorcito que no te hace sudar pero que te permite ir ligera de ropa aún, dar un paseo, hacer fotos....
Como había decidido que este lunes iba a dominguear, me quedé un rato más en la cama, leyendo un poco, retozando y disfrutando de los rayos de sol que entraban por la ventana. 
Lo cierto es que me ha hecho levantar el sonido de mi estomago amenazando con comerse mi pobre hígado si yo no lo remediaba.
Ducha, almuerzo y paseo....que gustazo. Visita obligada  y vuelta a casa paseando hasta mi Starbucks preferido a tomarme un frapuccino de chocolate sin nata y pasear por las setas degustandolo camino de casa.
Así que estando meditando sobre lo que me deparará la vida, sobre todo en la parte que depende de mí, (otras, desgraciademente vendrán sin poder evitarlo e independientemente de mi voluntad y mis deseos) me he dado cuenta que en realidad yo soy como un día de otoño. Puedo empezar con el ánimo gris plomo y de repente apartar las nubes y brillar como el sol más esplendoroso o viceversa y quedarme tan pancha.
Y lo mejor (o lo peor) es que no tiene que haber ningún motivo para que se produzca el cambio....soy así y punto. 
Já, siempre he querido decir esto. Pero ahora es verdad y lo digo con la certeza de que he madurado y que cada día me voy conociendo mejor. A lo mejor no ha sido la forma, ni los acontecimientos más idóneos para aprender, pero el caso es que lo he hecho y me siento cada día un poquito mejor conmigo misma. Y lo sé porque siento que las personas que están a mi alrededor se sienten bien conmigo y sobre todo porque están llegando a mi vida personas nuevas que me gustan y a quien les gusto. Eso es bueno.
De un modo u otro, con un estado u otro...siempre he sido yo, con todas las yo que hay dentro de mí. Unas mejores, otras peores, unas más protagonistas que otras según el tiempo y la edad....pero todas yo.

Como se nota que he descansado, menudo ladrillo he soltado hoy. Pero es lo que me ha salido.

Música para amenizar el post de hoy:





1 comentario:

  1. Hay personas que no saben expresar lo que sienten, yo soy una de ellas. Me encanta lo fácil que parece usar las palabras para hacernos sentir lo que quieres decir.

    Me encanta tu blog.

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