Esta noche hay luna llena. Desde mi ventana se ve espléndida, como cada mes viene exultante, misteriosa, mágica, arrogante, mágnifica.
Me gusta mirarla, mirarla sin pudor, con descaro, intensamente, me relaja y me embelesa, ese magnetismo que desprende, ese, con el que mueve mareas, con el que adelanta partos, ese poder que ejerce en personas que como yo, la intuye, la presiente y la siente....hace que la considere y la nombre mi mayor y mejor confidente, porque sólo ella sabe mis más intimos pensamientos, mis más profundos deseos, mis penas y alegrías más inconfesables.
Mirarla me hace sentir grande y pequeña a la vez, poderosa y altiva, simple y humana como ella misma, pero a la vez me hace sentir nostalgica, siento nostalgia de otras lunas, en otros escenarios, con otra compañía pero tambien nostalgia de lunas que no he vivido...y sobre todo nostalgia de las lunas que estan por llegar.
...sí, soy una lunática.
Esto lo escribí hace tiempo, mucho tiempo, entonces eran otros tiempos. Han pasado muchas lunas desde entonces y muchas cosas en esas luna.
Hoy he visto una foto de unos jazmines metidos en un vaso de agua...me recordaron a tí, también otras muchas fotos me recuerdan a tí, sí a tí.
Sólo espero que las lunas que quedan por llegar sean lunas de tiempos mejores.
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