martes, 20 de noviembre de 2012

O conxuro das meigas




Una semana fuera de casa y no la echo nada de menos. Creo que he cambiado demasiadas veces de emplazamiento y por eso no me da tiempo a cogerle verdadero cariño a las casas donde he vivido.
Creo que con las casas soy como con las parejas, hasta que no encuentre la que esté hecha para mí no estaré demasiado tiempo en la misma.
Por eso, estar aquí no me hace echar de menos mi casa. Me he traído lo más importante, lo que me hace sentirme en casa...lo demás está claro que no es tan imprescindible.
Esta vez aún he de volver, pero espero encontrar el modo de quedarme por un tiempo indefinido y entonces tendré que buscar aquí un lugar donde residir y será otra casa más, otro trabajo más y quién sabe si otra historia más.
De momento disfruto de este aire con olor a mar, este sol que aquí tiene más valor que el oro pero que abunda más de lo que me contaron y sobre todo del acento y el mar.
Me encanta el Atlántico, lo he dicho siempre...soy atlántica y me gusta sus mareas, su oleaje y el olor a mar que se nota de lejos.
Conozco bien este mar en el sur y me atrae irresistiblemente, por eso creo que este lugar me hace sentir tan cómoda, porque el Atlántico en el norte es el mismo mar que me hipnotiza y me absorbe en el sur.
Hoy sopla el viento como si estuviese en Tarifa y lo oigo silbar desde la cama y siento que me arropa y me recuerda que siguiendo un mar se puede ir a lugares muy distintos pero muy iguales.

Me siento bien aquí, me gusta este lugar y cuanto más lo pienso, más ganas tengo de quedarme.

Creo que o conxuro das meigas me está embaucando y cada vez más siento que el viento del norte me llama.....

....mouxos, coruxas, sapos e bruxas.....






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