Hoy, mientras andaba mis kms diarios (sí, lo estoy haciendo todos los días) caía esa fina lluvia que dicen típica de aquí, se mezclaba con el viento y la música en mis auriculares. Olía a mar y a tierra mojada, una mezcla que no se puede describir, hubiese dado lo que fuera por poder caminar a paso de marcha con los ojos cerrados, sólo sintiendo el viento en la cara, la fina lluvia y oliendo a mar y a lluvia.
He descubierto que no solo es genial ver llover a través de la ventana, oír llover mientras escribo placidamente desde el sofá y con una copa de vino de ese que calienta el alma. Me ha enganchado sentir la lluvia mientras veo la playa y las olas llegando unas tras otra sin que nunca acaben. Sentir el frío del mar.
Pero luego necesito quitarme ese frío con con algo cálido y acogedor que caliente mi corazón y el alma con canciones como estas.
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