Diciembre

                                          Este es mi Misterio, que se quedará en una caja un año más

Menudo mes. Si pudiese me lo saltaría hasta febrero directamente. Hagamos un calendario de días por lo que este mes es el más duro del año para mí.

1, 6, 9, 11, 15, 19, 24, 31. (bueno en realidad la ultima decena entera más conocida como Navidad)

A ver, por partes. Entre esas fechas hay dos misas de difuntos por mis padres, dos cumpleaños que no celebraré nunca más, un día en el que terminé una mala historia de la peor manera, otro día en el que empezó esa mala historia que nunca tenía que haber empezado y otro en el que casi acaba conmigo una punzada en el pecho que derivó en meses de tratamientos y terapias.
Hay a quien a esto le llama hacerse la víctima (según el día, las cosas como son), yo lo llamo tener una racha de cojones y lamentarse en voz alta por el dolor, la pena, el desamparo, la culpabilidad, el arrepentimiento, los recuerdos, los miedos....

En mi casa de toda la vida el árbol, los adornos y el nacimiento se ponía a después del día de la Inmaculada y a partir de ese día siempre había una bandeja con mantecados y turrones preparada para picar cuando nos apetecía.
Desde pequeña me ha encantado este mes y las fiestas que vienen, recuerdo a mi hermana y a mí en pijama con todos los boletos de lotería de mis padres, viendo el sorteo del día 22 y pendiente de los números que salían.
Recuerdo los villancicos que cantábamos todos los años en Nochebuena (nosotros siempre hemos celebrado mucho más esa noche que el día de Navidad) alguno incluso con un sólo cantando por cada miembro de la familia.
Para mí el día de Navidad era estar en el sofá viendo "Que bello es vivir" y comiendo las sobras de la cena del día anterior.....me encantaba.
Fin de año, las comidas familiares en días intermedios, cuando nos hicimos mayores las cenas con los amigos y las quedadas con amigas que sólo quedábamos un día al año, las comidas de empresa...etc, etc.
Los paseos por el centro adornado con las luces y los escaparates navideños, la locura de las compras de ultima hora, la lista de que es lo que le tocaba ese año a quien....por gustarme, hasta me gustaban los anuncios de la tele que tenían que ver con la Navidad. Ah! y las películas con temáticas navideñas americanas.
Y por fin mi fiesta favorita, la cabalgata de Reyes. Me encantaba poner de los nervios a los niños de mis amigos mientras esperábamos que llegara la Estrella de Oriente abriendo el cortejo.
Pero sobre todo la mañana de Reyes, en mi casa repartíamos los regalos de mayor a menor, es decir, primero mi padre, luego mi madre, luego yo y por último mi hermana. Se abría uno a uno y cada uno esperaba su turno.
Después llegaban el resto de la familia, los novios y terminábamos el reparto de regalos, el resto del día a disfrutar del Roscón que me encanta y de los regalos.

Desde hace dos Navidades las cosas han cambiado, mi madre no está y decidió irse un día como el de fin de año. Este año también va a faltar mi padre....¿que navidades son esas?
Yo desde luego no las quiero, pero resulta que tenemos en la familia dos tesoros que tienen todo el derecho a disfrutar de aquellas navidades que hasta hace dos años a mí me seguía haciendo la misma ilusión que les hace a ellos.
Las viviremos, las pasaremos, nos pondremos la careta de navidad entrañables por ellos, pero Diciembre nunca será lo mismo, siempre será el mes más feo y penoso del año.

Seguramente volveré a celebrarlas con el tiempo, pero dudo que las navidades sean lo que fueron, me falta lo más imprescindible para estas fechas.....la ilusión.


Este video lo pongo no porque me apetezca escucharlo, de hecho no lo haré, pero a ellos les encantaba la Navidad y me enseñaron a disfrutarla. Se la dedico a las dos personas más importantes de mi vida.