Mi vida está cambiando, no, no...mi vida ya ha cambiado. Yo, he cambiado. Tengo cada día más claro lo que quiero y voy a poner todo mi empeño en conseguirlo. Porque para alcanzar la vida que quiero, necesito ir ganando en todos los aspectos y os aseguro que muy pocas veces no me he salido con la mía.
En este caso, estoy en un punto en que no se trata de ganar ninguna partida...se trata de poner todo tu esfuerzo y todo tu buenhacer para ir consiguiendo pequeños avances hasta ir llegando a donde quieres llegar.
Estoy aprendiendo tanto en estos últimos tiempos que yo diría que estoy haciéndolo más que en toda mi vida, y que conste que soy una persona bastante inquieta en adquirir conocimientos, soy muy curiosa y siempre quiero saber de todo. Así ha sido desde pequeña, creo que tengo el record Guinnes de "y eso porqué". (Gracias papá por tener siempre taaaanta paciencia conmigo y satisfacer siempre mis curiosidades y mi impaciencia por saber).
Lo bueno de todo esto es que me estoy sintiendo por fin como siempre he querido sentirme, satisfecha. No del todo, no en todo momento....pero siempre me ha quedado ahí como un regusto amargo de que a pesar de haberlo pasado bien, o haber hecho algo bien... había un punto ahí de insatisfacción no resuelta a la que no daba toda la importancia que tenía pero que no me dejaba disfrutar del momento al 100%, porque sabía que me faltaba algo o no sabía hacia donde me dirigía eso.
Ahora lo sé y además lo he elegido yo. No ha sido un golpe de viento de Levante o de Poniente el que me está manejando. Soy yo la que estoy decidiendo a donde quiero ir y que camino elegir. Eso me hace sentir satisfecha.
Hay un aspecto que será más difícil de manejar. En cuanto a lo racional todo está en movimiento, la parte que no puedo controlar es la emocional. Seguramente porque ha estado muy revuelta en muy poco tiempo, pero a medida que el tiempo pasa, tengo también claras algunas cosas que nunca habría sido capaz de asegurar. El problema es que en esto no puedo elegir yo sola, el ritmo y el destino de esta ilusión no depende de mí. Pero también estoy contenta, estoy recuperando momentos y la distancia se acorta aunque sea a mm. Lo que yo quiero es imposible de conseguir, pero lo que tengo también lo parecía y ahí está. Y eso no me hace sentir satisfecha, me hace sentir feliz. Sobre todo porque esos momentos, esas apariciones me dan más fuerza que toda la que yo pueda sacar de cada poro de mi piel o cada neurona de mi cerebro.
Lo que me recuerda que hoy ha sido un día muy especial para dos personas que aprecio más de lo que nunca les podré hacer saber.
No hay nada más hermoso que una historia de amor llena de obstáculos y complicaciones que termina en final feliz (soy una romántica y me encantan los finales que acaban "y fueron felices y comieron perdices", en este caso sería más bien sushi). Pero hoy han cumplido su sueño, uno de los sueños más difíciles de cumplir hoy en día. Felicidades, de todo corazón. He sido muy feliz hoy por esto.
Sigo queriendo creer que el principe azul existe (ya os dije en otro post que yo lo he visto) y no quiero dejar de creerlo porque parte de mi vida no tendría sentido sin esa ilusión. Algún día llamará a mi puerta con el zapato de cristal (si pueden ser de Jimmy Choo mejor, sería un príncipe adaptado a los tiempos, también seguiría siendo azul con un iPhone 5 o un Ipad 2 o 3, eso ya dependerá de lo que tarde en aparecer)
Creo que lo voy a dejar aquí porque entre que no me puedo dormir y que mi mente está ahora mismo como una lavadora, podría escribir el Quijote en este momento.
Espero que vosotros a estas horas estéis durmiendo como angelitos o haciendo cosas que os gusten.
La canción de hoy....es una canción que he descubierto entre las miles de canciones que tengo y que quiero poner porque sí.
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