martes, 8 de marzo de 2011

Un día de perros.


Menudo día feo, gris y lluvioso. A mí no me gustan los días así, ni tan siquiera para ver llover desde casa comodamente. Me baja el ánimo (aún más), me pone triste y siento que es un día en el que nada va a salir bien.
Y como ultimamente esa es la tónica de mi día a día, hoy he tenido excusa para no hacer nada minimamente arriesgado. Así que aprovechando que la Ley Sinde todavía no se aplica, me he bajado en el portátil esta tarde Destino Oculto, la última de Matt Damon.
Dicen que el destino de cada uno está escrito, pero os imaginais un plan urdido para cada uno y que todo lo que nos va pasando por nimio que sea el detalle, es para no salirse del plan. Un café derramado, una llamada cortada, un autobus que se pierde...da que pensar, eh!
A mí me ha gustado, no tanto como Cisne Negro que es mi película del momento, pero al menos me ha abstraído toda la tarde y casi no me he dado cuenta que al otro lado de las ventanas hacía un día de perros.
...lo intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario