Una casita de campo diminuta

Domingo tranquilo y sin nada especial, ni no especial que hacer. Ver pelis, leer un poco y perderme en blogs maravillosos donde encuentras que en el mundo hay de todo y que verdaderamente las cosas hermosas están ahí, sólo tenemos que mirar o dejar que alguien que sabe más que nosotros nos diga donde mirar.
Os voy a poner unas fotos de una casita victoriana que sería la casa de juguete más maravillosa que una niña o una no tan niña pudiera soñar.
Salio en el  New York Times, está decorada por Sandra Foster que la restauró y le puso todos esos detalles tan románticos y delicados.
Enfin ahí os dejo las fotografías de la casita para que la disfruteis. 
Descansad del fin de semana.
...sigo.